jueves, noviembre 12, 2009

Seguidores ¿aún existen?

Si este blog tenía seguidores, segurmente los he perdido todos.
Las visitas que hay, no lo dudo, son esporádicas y de personas que
llegan buscando algo en específico.
Qué les puedo decir...
¿Por qué no he publicado? Mucho trabajo (muchísimo), mucho amor, y mucha vida.
Sin embargo en mis otros blogs, a veces he posteado algo. Podrían checarlos.
Sobre todo el de Recomendaciones literarias, donde hace poco puse una columna mía
muy interesante.

¿Qué pasará acá?
Pues por el momento nada. Seguramente ya vendrá el tiempo en que pueda dedicarle
a este espacio.

domingo, mayo 31, 2009

¡Pumas campéon del fútbol nacional!


Nada. Sólo eso. Tengo que plasmar mi alegría en algún lado. Después de ser un hincha muy poco fiel (sólo por no seguir la temporada completa y medio ver la liguilla) y sólo seguirlos en la final, pues me dieron grandes recompensas. _Y eso que ni vi el de ida (en efecto hacía algo mil veces mejor que cualquier otra cosa que se podría hacer en el mundo).



Bien. Eso es todo por ahora.
Un beso para Dai que la extraño terrible en este triste día que no la pude ver.
Pero ¡qué fin, mujer, qué finde!
Millones de besos.

martes, mayo 19, 2009

Un tal Lucas...

Pues sí, un tal Lucas que murió la madrugada del sábado. Nadie se dio cuenta hasta
casi el mediodía. Era un buen perro, obstinado pero hábil para aprender. Había
llegado a su etapa 3 de entrenamiento. Le gustaban muchas cosas. De cachorro cabía
en los pies de mi cama, como 40 cm. Antes de morir tenía mi tamaño o más parado
de dos patas.
D.E.P. un tal Lucas...



...Quizá ahora entró (o salió, nunca se sabe) del imaginario de Cortázar.

martes, mayo 12, 2009

Llegó la hora

Para Diana


Bien... Todo mundo siempre está pensando (en la infancia, al menos), qué es lo que será de grande. Uno elige algo que no siempre es astronauto o bombero o policía. Y a veces eso que se elige cambia de última hora; o se eligen varias cosas. Yo, desde secundaria sabía que lo mío era escribir. Razones, muchas: contar historias, leer historias, inventar, ser "famoso", trascender, "no trabajar" (claro, en secundaria pensaba que los escritores no tenían que trabajar). Claro, también lo mío era ser músico, físico, matemático y a la postre viajero. Aún hoy soy de los que mucho abarcan y poco aprietan, pero al menos hoy ya sólo aprieto en el maso de la escritura.

Vivir de escribir no siempre es posible. He tenido suerte y lo he podido hacer, aunque hacerlo ha sido en demérito de mi obra (no que la otra no lo sea, me refiero a la que me gusta: poesía y narrativa sobre todo). ¿Entonces, escribir para vivir aunque se escriba no lo que se desea? ¿O se debe vivir para escribir escribiendo lo que se desea?

Después de probar la primera, me inclino por la segunda; total, con una pizca de suerte, quizá a la larga eso dé para vivir.

Por lo mientras un sueño, apaciguado por largos años, revivido por la magia del amor —más que magia, certeza—. Y entre tanto una guerra con el lenguaje, las palabras que no llegan y que llegan pero ya no son. Y con la vida, que no deja la serenidad para escribir (claro, suena a pretexto porque es verdad que algunas de las mejores obras de la humanidad han sido escritas en medio de la pobreza, con carencias, con hambre y sed; aun en la cárcel). Pero no es pretexto, aún en la pobreza, teniendo certeza, se puede tener serenidad. Busco la paz y la encontré. Ahora a luchar por ella y transformarla en una finca fuera de la cuidad, en tardes de música o de literatura. Noches de chimenea y pasión; insomnios creativos.

¿El precio? Sólo un poco de tiempo y dedicación con la mira bien centrada. No valen distractores.

Todo se empieza aplanear desde ahora. Se empezará a dar también, no dudo.

Por ahora llegó la hora de prestar atención al momento que se avecina y no dejarlo pasar como si nada. Hay que montarse en la ola y aprovechar su impulso. Y ya llegó la hora de la ola, ahí viene, ya se acerca, la veo, la siento.

domingo, mayo 10, 2009


Chípil

Bien, la escritura y yo parece que nos llevamos mejor en ciertos momentos de la vida. Quizá sea algo enfermizo... (me voy al almuerzo familiar del día de la madre —ojalá fuera en Cuernavaca—: pausa temporal, continúo esto más tarde) Bien, ya llegué. Han pasado más de doce horas desde que comencé a escribir esto, y gracias a la magia de la tecnología, específicamente a los mensajes de dos vías, el estado chipilezco desapareció por completo. Claro que soy suceptible de recaer, pero creo que no por ahora. Bien, iba a decir que la escritura en mí es algo tormentoso, no por el hecho en sí de escribir, sino porque en situaciones tormentosas de mi vida es cuando soy más prolífico (o cuando me pagan, pero esa producción es plástica). En el estado chipilezco de la mañana, se comenzaba a aflojar la pluma y a salir las palabras que han estado trabadas hace un tiempo, saln a cuenta gotas, aunque han sido gotas muy certeras. Pero gracias a la transformación de mi estado de ánimo, me di cuenta de que en situaciones no tormentosas sino absolutamente contrarias, lo que pasa es que las ideas que surgen son tan geniales que no me las creo de inmediato, y me lleva tiempo procesarlas antes de escribirlas; en efecto me siento más maduro, razonable y con pleno control de las palabras cuando estoy en calma (o en calma feliz que es mejor).
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Por otro lado, pues quiero decirle a Idalia algo: lo siento, mi chica no tiene blog. Así que no la podrás leer al menos en esa forma. Pero te puedo hablar mil maravillas de ella cuando quieras. Yo le pasaré tus saludos. Por cierto, ¿me darías tu opinión de una novelilla que ando trabajando?
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Por otro lado (sí, parezco dodecaedro), sé que las palabras que se me han ido por el momento por perder el significado, resurgirán con más fuerza que en su propio origen: serán el fénix abrasado en el infierno, donde apenas los oropeles podrán cauterizarse y arder hasta desintegrarse y borrar el rastro de las mentiras que fueron, de los malos usos, las malas palabras*, las falsedades o verdades a medias. No sé cómo pasará eso, pero seguro pasará, porque sé que ahora mismo arde en el infierno ese fénix, pero cuesta mucho trabajo que se abrase. Pasará tiempo, no sé cuánto, pero cuando pase, el aigurio de pureza, renacerá con la fuerza de nombrar algo por primera vez. El tigre será tigre por primera vez mentado y sus garras, sus «mullidas pisadas de resorte», sus rayas y colmillos, podrán por vez primera asombrar al hombre: su evocación dará miedo y fascinación. El tigre dejará de ser un desconocido conocido y se podrá acudir a él en la seguridad del círculo al rededor de la fogata. (Pero también vendrá en sueños que serán pesadillas, asaltará de noche y ampliará sus dominios: ser nombrado le abrirá el mundo.)
Pasará igual con los «galgos morados del amor», sobre todo con ellos. Y sobre todo ella.
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Y por otro lado: ella: deidad única de religión verdadera de dos feligreses. Riesgo del Becerro de Oro latente, herejía, anatema, cisma. Pero eso parece siempre al inicio. Todo al comenzar es rebelión, ruptura, caos; y cuando se logra (si no se logra es ideal nostálgico) empieza el retornar del hombre, el colapsarse en sí mismo: la otredad desdoblada en espiral pero al centro: abismada en el origen, allí donde uno se puede ver en el espejo del otro diáfanamente. Y ver al fin la pureza de las almas. Dicen que los ojos son la ventana de las almas. Yo me compro el dicho siempre y cuando se trate de gente honesta (al menos medianamente) —y que no se trate de actores—.
Yo le pregunté a alguien muy especial, cuyas respuestas (aunque a veces no las oiga por su tono o volumen de voz) tomo mucho en cuenta y son muy importantes para mí, que si pensaba que los ojos —sólo los globos oculares— podrían demostrar alguna sensasión, sentimiento, o cualquier cosa (dejemos de lado el marco: párpados, cejas, pliegues, comisuras). Me dijo que sí pero muy poco, coincido. Quizá los demás gestos (los del marco) se puedan imitar, pero el dilatamiento de la pupila minúsculo, que sucede con el cambio de humor (como si pequeñísimas variaciones de luz se registraran a cada momento), ése no se puede fingir y allí radica mucha de la verdad —La Verdad—. Por eso digo (y todos digan conmigo, cuando la palabra pierda sentido, cuando el mundo desconfíe de su sombra, cuando el amigo traicione a mansalva): mira mis ojos. Los ojos son la Diana de la verdad, allí aterriza la saeta infalible donde une jille belle et inteligent (qui aime un bermellón) podría comenzar a creer.
Mira mis ojos, Diana.

*malas palabras: No sé si ya lo escribí alguna vez en este blog, o si sólo se lo he dicho a mis amigos, pero en mi opinión las malas palabras existen siempre, pero no son aquellas que la gente cataloga como buenas palabras (e. g: pendejo, puto, mamón, chingar, etc...); sino que las malas palabras son malas palabras en cuanto a su mal uso, como decir pon eso sobre la puerta; queriendo decir mesa. Entonces puerta es una mala palabra, o como decir amo, cuando en realidad no es así. Las malas palabras entonces, son todas las empleadas erróneamente o fálsamente.
Recordatorio para mí: Debo mandar los guiones para mañana

lunes, abril 13, 2009

Desconectado mil

Sí, ya sé. HAce mil siglos que no escribo por acá. Hoy cambié la foto que tenía en el perfil de blogspot: la razón, ella en realidad hace siglos que no es mi amiga y sólo se fue quedando.
Pero bueno, trataré de poner lo que he prometido y más cosas y de escribir más.
Idalia, yo te sigo leyendo aunque no publique nada —al menos en este blog.
Bueno, pronto escribiré algo más relevante, hoy sólo entré por entrar.
Dai, si lees esto: ¡me matas!
Hasta la próxima.

martes, febrero 03, 2009















Scarface


Ya que andamos con eso de las recomendaciones de películas, pues quiero recomendarles que vean esta grandísima película del cine de todos los tiempos. Como dato extra y curioso, sepan que en esta película es donde más veces se dice la palabra "fuck" en toda la historia del cine.