martes, mayo 12, 2009

Llegó la hora

Para Diana


Bien... Todo mundo siempre está pensando (en la infancia, al menos), qué es lo que será de grande. Uno elige algo que no siempre es astronauto o bombero o policía. Y a veces eso que se elige cambia de última hora; o se eligen varias cosas. Yo, desde secundaria sabía que lo mío era escribir. Razones, muchas: contar historias, leer historias, inventar, ser "famoso", trascender, "no trabajar" (claro, en secundaria pensaba que los escritores no tenían que trabajar). Claro, también lo mío era ser músico, físico, matemático y a la postre viajero. Aún hoy soy de los que mucho abarcan y poco aprietan, pero al menos hoy ya sólo aprieto en el maso de la escritura.

Vivir de escribir no siempre es posible. He tenido suerte y lo he podido hacer, aunque hacerlo ha sido en demérito de mi obra (no que la otra no lo sea, me refiero a la que me gusta: poesía y narrativa sobre todo). ¿Entonces, escribir para vivir aunque se escriba no lo que se desea? ¿O se debe vivir para escribir escribiendo lo que se desea?

Después de probar la primera, me inclino por la segunda; total, con una pizca de suerte, quizá a la larga eso dé para vivir.

Por lo mientras un sueño, apaciguado por largos años, revivido por la magia del amor —más que magia, certeza—. Y entre tanto una guerra con el lenguaje, las palabras que no llegan y que llegan pero ya no son. Y con la vida, que no deja la serenidad para escribir (claro, suena a pretexto porque es verdad que algunas de las mejores obras de la humanidad han sido escritas en medio de la pobreza, con carencias, con hambre y sed; aun en la cárcel). Pero no es pretexto, aún en la pobreza, teniendo certeza, se puede tener serenidad. Busco la paz y la encontré. Ahora a luchar por ella y transformarla en una finca fuera de la cuidad, en tardes de música o de literatura. Noches de chimenea y pasión; insomnios creativos.

¿El precio? Sólo un poco de tiempo y dedicación con la mira bien centrada. No valen distractores.

Todo se empieza aplanear desde ahora. Se empezará a dar también, no dudo.

Por ahora llegó la hora de prestar atención al momento que se avecina y no dejarlo pasar como si nada. Hay que montarse en la ola y aprovechar su impulso. Y ya llegó la hora de la ola, ahí viene, ya se acerca, la veo, la siento.

3 comentarios:

Idalia dijo...

yo creo que se puede escribir de todo, y que si te van a pagar por escribir lo que viene en la caja del cereal, hay que hacerlo, "hay que vivir combatiéndose, es la ley".

Francisco Puente dijo...

No estoy de acuerdo. ¿Por qué? Porque el escribir en una caja de cereal usa mucho del tiempoy al final nunca te da tiempo de escribir un verso, empezar un cuento, seguir con la novela. Siempre dices, mañana, pero mañana hay otra caja de cereal y nunca para tu obra.

Idalia dijo...

mmm... No estoy de acuerdo contigo. Siempre hay tiempo para escribir un verso o empezar un cuento. Lo demás son "falsos pretextos", comodidades, muletillas que nos inventamos para no escribir eso que se quiere hacer. Te lo digo porque también estoy haciendo publicidad y además estoy en la facultad y además escribo en mi blog y además escribo las cosas que quiero escribir para mí, para estar bien conmigo.
Y hasta tengo tiempo para escribir comentarios en tu blog y leerte sin tener que dejar de leer lo que me gusta y leer para la escuela...
Siempre hay tiempo: la cosa es cómo organizas ese tiempo.