viernes, junio 29, 2007



Las palabras son algo que me mata —cosa consabida. Y si leyeron la entrada pasada se habrán dado cuenta de que hubo una palabra que no encontré en nigún diccionario. Dicha palabra, les recuerdo, está documentada en la obra de Bernal Díaz del Castillo (La historia verdadera de la conquista de la Nueva España) en el capítulo XVI. Continúo la historia: después de mi fallida búsqueda por propios y ajenos diccionarios, le pedí de favor a varias personas (doctrores —nótese: no médicos—, poetas, dramaturgos, filólogos y filósofos) que me hicieran el favor de ayudarme a encontrar el significado —ninguno lo halló. De verdad que me quitaba un poco el sueño. El departamento de «Español al día» de la Real academia española tampoco dio con el significado, al menos no pronto. No fue sino hasta su tecer intento que hallaron el significado. ¡Vaya que esta vez sí los puse a devengar su sueldo! Bueno, ya... Sin más preámbulos les transcribo lo que me mandaron:

«El Diccionario histórico de la lengua española trae el artículo anguijuela, con las variantes ynguixuela, enguixuela, anguixuela, ynguijuela e inguijuela. Se define como 'cepillo bocel' y se documenta en textos desde el siglo XV hasta el XVI (incluido el que usted menciona de Díaz del Castillo). Modernamente solo aparece en el Vocabulario andaluz de Alcalá Venceslada como 'cepillo con hierro de mediacaña para las molduras y cordoncillos en redondo'.
» Reciba un cordial saludo.
»========
»Departamento de «Español al día»
»RAE».

Cómo ven. Y sí, el saber el significado me hace muy feliz, neta que sí.

En otras cosas les cuento que fui a ver Los locos de Valencia de Francisco de Quevedo. Una maravilla de montaje. Hace tiempo —y por acá tal vez habrá lectores que lo constaten por haberme acompañado =), o beber conmigo después del fallido intento— fui a verla, pero gracias al paro del ISSSTE que se puso afuera del Julio Jiménez Rueda (en el monumento a la Revolución) no la pudimos ver. Creí que ya había valido queso. Sin embargo hoy me entero gracias al 94.5 que habían cambiado la puesta al Wilberto Cantón (hogar de mi bien ponderada SOGEM). Así que fui. ¡Una maravilla, de verdad que es una maravilla! No dejen de verla. Sus últimas funciones son mañana sábado y el domingo (7pm y 6pm respectivamente). Además es ¡gratis!, cortesía de SOGEM. En serio vayan, y si no les gusta, dejo que me revienten un huevo en el pelo. Y si son hombres hay dos actices qué pa qué les cuento, se enamorarán de ellas: Sharon Zundel y Paola Izquierdo. (Lo digo por su buena actuación, claro —jejeje, sí claro—.) No, ya en serio, todos actúan de maravilla, pero ellas dos (y el protagónico, Antonio Rojas) se lucieron y se llevan la obra. (Algo más de Sharon Zundel quiero decir: Ella me resultó en extremo familiar —y no, no pensé en que fue una novia mía a la que olvidé, aunque sí está muy bonita—, pero no la lograba ubicar. Jejeje. Eso que se te hace alguien conocido pero no das nunca de dónde y quizá hasta llegues a pensar que lo topaste en otra vida o ridiculeces kind of. Pero al escribir esto lo recordé: Ella fue de lo poco bueno que vi en otra obra, una de Brecht. Y digo poco bueno no por la actuación, ni el vestuario ni nada de eso, sino la propia obra La buena persona de Sezuán, que me caga como casi todo lo de Brecht. Y la dirección también me pareció mala en esa obra. Nunca vean nada escrito por Brecht, a menos que lo necesiten estudiar. Por cierto, esta obra la vi con la buena de Rachel que agora anda del otro lado del charco —saludos—. Pero bueno, volviendo al tema, Sharon sí la armó actuando en aquella obra y de ahí fue que la recordé. Y qué bueno, si no me hubiera quedado esa maldita duda como la de la palabra de la que hablo arriba.)

Bueno, hoy ando de ánimos de escribir un poco más, así que les contaré de mi Gran Poema. Ya superé la barrera imaginaria de los 350 versos. De verdad que han sido meses de mucho trabajo poético. Creo que está próximo su fin, pero quién sabe, tal vez el influjo poético me haga escribir aún más del doble de lo que ya va. He estado pensando en poner el inicio aquí, como primicia, en vez de publicarlo en el diario. Pero también he pensado en sólo poner algunos versos, los que para mí sean los más cabrones. O poner también los versos más cabrones para algunos pocos lectores (u oidores) elegidos. No lo sé, ya lo verán si sí, y no si no. :P

Y de mi obra en prosa qué les puedo decir. He estado pensando muy seriamente en armar mi propia editorial y publicar en ella una novela mía (La novela de la inundación). Pero también he pensado en montar una obra de teatro, de autoría mía obviamente. No lo sé. Mis amigos teatreros se fueron casi todos a vivir a Cozumel, aunque podría conseguir otros en la FFyL. Pero también hay otro proyecto: comprarme una minidvd y algo de equipo y grabar un largo de bajísimo presupuesto. Tengo que decidirme, lo sé, y será pronto porque hace poco me ofrecieron la posibilidad de participar en la segunda parte de una antología de cuentos en la que participé hace unos años: Fantasiofrenia. Y me dije: puedes seguir participando en antologías, o hacer algo sólo para mí y por mí, algo ya grande. Digo, y es que fuera del diario y de la tele, hace mucho ya que no publico nada, quizá convenga decir nada literario. Creo que ya es hora. Por eso la idea de la novela es la que va ganando. Aunque montar una obra o grabar un largo también me hacen ojitos. Por lo pronto no haré nada más que tratar de resolver algunos asuntos propios del corazón que me tran un poco cabizbajo, asuntos a los que no les hallo explicación. Y de paso termino de arreglar mis trámites burócratas, que cabe decir ya casi los acabo: Lo de la unam ya está, lo de hacienda, casi (¡y es que me devuelven impuestos!), y algunas otras cosillas. AL fin, tiempo para pensar hay, incluso en mi nueva novela con cuyo epígrafe me despido (sólo para estar a tono con lo que inicié esta entrada):

[Las palabras]
Son el arma con la que te doy consuelo,
el cuchillo que te hundo en el pellejo.
La apariencia, siempre bien organizada.
Las palabras son traiciones de alto vuelo.
FITO PAEZ
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Como corolario o post data:
Acerca de actores y actrices y caras que no recuerdas: Ahora recuerdo cómo me reí con un anuncio de Genoprazol, y es que fui a ver una obra (Con vista a la bahía), de Maruxa Vilalta. Pasó el tiempo y un día prendí la tele que cayó justo en el anuncio del medicamento. Yo decía: "A ese güey lo conozco, pero no sé de dónde". Total que recordé que interpretó a Brian en la obra, fue entonces que me cagué de risa. Pero bueno, los artistas tenemos que vivir de algo, yo también me prostituyo para la tv. Por cierto en esa obra también aparece una mujer hermosa, aunque algunas (y ese "algunas" tiene nombre y apellido) digan que no. No me acuerdo del nombre de su personaje pero esa actriz se llama Marissa Saavedra. El nombre del que interpretó a Brian (el de Genoprazol) no lo recuerdo, creo que era Iván o David, pero bueno, lo podemos bautizar Brian Genoprazol. Jajaja, jejejeje.
Chau.

1 comentario:

Luillo dijo...

Listo compay. Buen texto. Oye, por cierto, vas a tener que darte una vuelta a
http://articolajungla.blogspot.com, ya te inscribí en "el juego".
Un abrazo de Luillo.